El boom del vintage y la segunda mano

Segunda-mano

¿No estás cansada de llevar la misma camiseta casual que todo el mundo? Hubo un tiempo en que las tiendas de ropa low cost revolucionaron el mercado de la moda. Tras su reinado queda la esperanza de las consumidoras de dotar nuestro armario de originalidad para definir nuestro propio estilo.

En este momento entran en juego las prendas de ropa vintage y de segunda mano, en la que podemos cambiar las piezas creadas en cadena por algo único. Ese algo es una historia detrás que nadie más va a llevar. Nos permiten sentirnos exclusivas sin la necesidad de tener un bolsillo al alcance de las grandes firmas de lujo.

A la hora de comprar ropa de antaño, cabe distinguir entre segunda mano, retro y vintage. En el caso de la ropa vintage no es necesario que esté usada, puede ser de primera mano pero entrar en la moda de años atrás (como la ropa de tu madre cuando era joven).

De esta manera tocamos con los aspectos que andamos buscando, sean por ejemplo la exclusividad de la prenda. La ropa vintage no se fabricaba en cadena, sino que a menudo era confeccionada por una modista. Así, con el paso de los años, la probabilidad de que existan varias piezas de la misma prenda va disminuyendo. Por otra parte, conseguimos estética e historia, ese aire retro que da el saber que detrás de cada vestido se podría escribir un relato, o detrás de ese collar de los años 40, una linda historia de amor. Otro aspecto que no se puede obviar es el de la calidad, ya que antiguamente la ropa gozaba de una calidad que hoy en día es difícil de encontrar. Se usaban materiales más duraderos, muestra de ello es que la prenda haya sobrevivido en un guardarropa por décadas.

Hay multitud de mercados o tiendas a nuestro alcance donde encontrar esas piezas únicas, y sino, siempre nos quedará rebuscar entre el armario de nuestras madres o abuelas para dar con nuestra pieza ideal.